La Comisión de la Mujer Trabajadora de AAL rechaza las expresiones de Milei en Davos

Desde la Comisión de la Mujer Trabajadora de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas expresamos nuestro rechazo y profunda preocupación frente a las expresiones vertidas por el Presidente de la Nación Argentina en el Foro de Davos, las cuales no sólo expresan un desprecio a las significativas luchas feministas de las últimas décadas – entre cuyos logros podemos destacar, a nivel internacional, la sanción del Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y acoso en el mundo del trabajo, y, en nuestro país, la ley que consagra el matrimonio igualitario, ley de identidad de género, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, la ley de los 1000 días, la ley Micaela, etc. – sino que demuestran un profundo desconocimiento sobre la materia. 

Sus manifestaciones se suman a la decisión gubernamental de eliminar el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades y convertirlo en una Subsecretaría en el marco de una estructura llamada “Capital Humano”. Ello solo estaría justificado si las razones de su existencia hubieran cesado. Por el contrario, no es así.

No se trata de «una pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer” (sic). Sigue existiendo una división sexual del trabajo que asigna los trabajos de cuidado a las mujeres y diversidades, en forma gratuita y obligatoria, siendo dicha mochila gran parte de la carga que impide el acceso a otros derechos laborales.

A modo de ejemplo, en la ley de contrato de trabajo, la vigencia de una licencia de dos días por nacimiento para el progenitor varón y la falta absoluta de reconocimiento del cuidado de niñas, niños, adolescentes, personas mayores, enfermas o discapacitadas, sobrecarga a las mujeres afectando la posibilidad de acceso al empleo y al salario, su salud integral, física y psíquica y su libertad.

Existen proyectos legislativos sólidamente fundados y con dictamen parlamentario a fin de modificar la legislación laboral y de seguridad social, en el sentido de avanzar hacia una “corresponsabilidad en los cuidados”; no obstante, nada de eso fue considerado.

En el DNU 70/23 y en el proyecto de Ley Ómnibus no existe una sola norma que beneficie a las mujeres y diversidades. Por el contrario, las que existen son perjudiciales: la habilitación de la posibilidad de trabajar a la persona gestante hasta 10 días antes del parto, la modificación de la Ley Micaela, la modificación de la ley de teletrabajo en lo que hace a derecho a interrumpir la jornada por trabajos de cuidado en sentido regresivo, la eliminación de todas las sanciones por trabajo sin registrar, especialmente aquella prevista en el estatuto de trabajadoras de casas particulares (art. 50 de la ley 26.844), etc.

Asimismo, rechazamos la ofensiva calificación del aborto como una “agenda sangrienta,” cuando se trata de un derecho reconocido normativamente y vinculado a la salud y la decisión sobre el propio cuerpo de la persona gestante.

Milei sostuvo “en lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico, darles trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”.    

El problema es exactamente al revés. El Estado tiene la obligación de intervenir por mandato constitucional para erradicar la violencia de género y la discriminación, los femicidios, las brechas de ingreso y garantizar el derecho humano al cuidado, siendo de suma gravedad que el presidente, en cualquier marco en que se exprese, refleje semejante distorsión de la realidad y desconocimiento del marco de legalidad aplicable.

Necesitamos más y mejores políticas públicas, normas que se adecuen al bloque federal de constitucionalidad vigente y prácticas que recepten la obligación de garantizar a las mujeres y personas LGTBIQ+ los derechos humanos laborales.

Comisión de la Mujer Trabajadora – AAL