BULLRICH: LA ELIMINACIÓN DE LOS DERECHOS LABORALES COMO OBJETIVO DE GOBIERNO

Si bien no debería sorprendernos, los dichos de la candidata Patricia Bullrich en declaraciones periodísticas frente a una pregunta del periodista Alejandro Fantino sobre las medidas laborales que planea implementar en caso de resultar electa, deberían provocar, como mínimo, la preocupación de las y los trabajadores y de sus organizaciones.
Sin ningún pudor, la escuchamos afirmar que es necesario “Trabajar sobre la indemnización que hoy es un pasivo brutal sobre las empresas… volviendo inclusive a un número razonable… hoy no es razonable la indemnización..”.
Y “….Los convenios colectivos de trabajo de ultraactividad hay que sacarlos porque son una espada de Damocles sobre las empresas… tiene un sistema absolutamente fuera de lo que es hoy la forma de trabajo… “(sic).
Las medidas anunciadas importan una flagrante violación a la Constitución Nacional en cuyo art. 14 bis expresamente prescribe que las leyes aseguren protección contra el despido arbitrario y el derecho a concertar convenios colectivos de trabajo, reconocidos también en numerosos Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos con Jerarquía Constitucional. Se trata de derechos laborales básicos imprescindibles en un Estado Social de Derechos.
El anuncio de la candidata Patricia Bullrich no deja dudas: su propuesta de gobierno consiste en quitar la protección que hoy existe – y que aun existiendo resulta insuficiente-, frente al despido arbitrario y, asimismo, eliminar los convenios colectivos de trabajo vigentes, dejando a la persona que trabaja ante la imposibilidad de contar con una herramienta fundamental que es la base del derecho humano de libertad sindical.
Y esto es sólo la punta de un iceberg, cuya base de sustentación aún no emerge plenamente pero que podemos adivinar porque no es otra cosa que lo que sus mandantes (el sector del poder concentrado) les han encomendado: barrer con el Derecho del Trabajo que ven como un impedimento para “liberar las fuerzas de la producción” y “volverse competitivos”.
Como si más de un siglo de conquistas laborales arrancadas mediante huelgas y plasmadas en normas legales nacionales e internacionales, pudieran ser eliminadas por decisión de un grupo de poder que sueña con la eliminación de las organizaciones sindicales, la prohibición de la huelga y el fin de la negociación colectiva.
No existe comprobación empírica que indique que a partir de reformas laborales regresivas se logren mejores condiciones de empleo o económicas. Un reciente informe del propio FMI afirma que uno de los principales factores inflacionarios es la excesiva ganancia de las principales empresas argentinas, que no se reflejan en una mejora de la calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras.
Ciertamente no debemos sorprendernos con estas afirmaciones. Sin embargo, resulta imperiosa una respuesta contundente por parte de las organizaciones sindicales que no se limite a una mera expresión de repudio, sino que tomen medidas eficaces para el caso en que se intente implementar reformas laborales con tales características. De lo contrario, se estaría claudicando frente a los intereses de los poderosos, entregando derechos históricos de la clase trabajadora, haciendo caer todavía más sobre sus hombros los efectos de una crisis económica que ellos no generaron.
Nos manifestamos en contra de las medidas anunciadas por la candidata Patricia Bullrich, como así también contra cualquier proyecto de reforma laboral flexibilizadora y precarizadora de las condiciones de trabajo. Llamamos a las organizaciones sindicales y a la sociedad en su conjunto a enfrentar tales medidas por afectar a los derechos más vitales de la clase trabajadora.

ASOCIACION DE ABOGADOS Y ABOGADAS LABORALISTAS
CONSEJO DIRECTIVO