IN MEMORIAN

A la memoria de Hugo Roberto Mansueti

Por Alejandro Raúl Ferrari

Dicen que nadie es imprescindible y acaso sea cierto. Tan cierto como que cada uno es irremplazable. Y el lugar que ocupaba en el Consejo de Redacción de La Causa Laboral, no tiene remplazo posible. La generosidad con la que entregaba su conocimiento, su experiencia y sus ideas. La amabilidad y la calidez con la que transitaba el disenso, que lo había, logrando disipar al rato cualquier incomodidad.

Compartí con él dos etapas de la revista. Aquella fundacional, de búsquedas y ansiedades y también la última cuando, convocado a participar luego de varios años algo alejado de Laboralistas, aceptó volver con mucha alegría y con el compromiso de siempre. Tengo para mí, también, que esa vuelta lo hizo feliz, en la medida en que las pequeñas cosas pueden darnos felicidad.

El mejor anfitrión que he conocido jamás. Puedo decir que he tenido el privilegio de concurrir, más de una vez, a su lugar en el mundo, su casa de Pilar, donde desataba su pasión por la cocina y donde era imposible no sentirse especialmente bien. Era tan lindo ver cómo disfrutaba de compartir con sus amigos, compañeros y conocidos, esas cosas que a él tanto le gustaban. No olvidaba nunca celebrar. Y entonces la vida nunca perdía su sentido. Con esa alegría me gustaría recordarlo.